Adán fue el primer ser humano creado por Dios y fue llevado al Paraíso donde se sentía seguro, en paz con Dios y con él mismo. Dios le dio a Adán una misión, una relación íntima con su creador y todo lo necesario para cuidarse él mismo; pero Dios se percató que algo le faltaba a Adán y decide crear a Eva para que le hiciera compañía y fueran los dos quienes disfrutaran y administraran todo lo bello de la creación.
Dios puso en lo profundo de sus corazones el anhelo de un lazo físico y emocional, de una unión espiritual, de un vínculo del alma al que llamamos relación humana.
Les dio responsabilidades y también les dio libertad, ellos se sentían seguros y complacidos con su relación mutua y con Dios.
Adán y Eva desearon tener la misma Sabiduría de Dios y no tomaron en cuenta las recomendaciones de Dios y decidieron hacer lo que les parecía mejor.
La decisión de ellos y su actitud provocó cambios fundamentales en la creación y en cuanto a las relaciones, fue rota la relación con Dios y se vio profundamente afectada la relación de los dos.
¿Encuentras algunos de los elementos de esta historia en tu relación?
Irresponsabilidad, Coerción, Señalamiento, Vergüenza, Culpa, Temor,
Podemos evitar muchos de los conflictos en nuestras relaciones teniendo en cuenta 3 aspectos importantes.
1. Fuimos creados para tener vínculos:
Necesitamos tener vínculos, relacionarnos, es parte de nuestra estructura, tenemos el anhelo de estar acompañados, de ser deseados y valorados como la persona que somos.
Cuando una relación se vuelve complicada o dolorosa, algunas veces tratamos de dejarla a un lado, de no insistir más por un tiempo, pero luego volvemos a intentarlo.
Podemos elegir de qué manera relacionarnos, hacer cosas que favorezcan o que dificulten las relaciones.
Tomemos acción y decidamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que funcione, ten en cuenta este gráfico, te dará una idea de cómo hacerlo.
Muchas personas reconocen la relación con los demás, pero no reconocen lo importante de la relación consigo mismo (Base para encontrarle el sentido a las otras relaciones) y aunque no lo perciban están en relación con Dios.
(En otro artículo veremos las tres relaciones)
1. Fuimos creados con la capacidad de elegir:
No siempre puedes elegir tus relaciones. No elegiste a tus padres, hermanos, hijos, pero si puedes elegir la forma como te relacionas con ellos, tienes opciones, puedes seguir lamentándote por lo que no puedes cambiar o encarar la situación y hacer algo por mejorarla.
“No elegir también es una opción” Al no tomar una decisión frente al problema elegimos forzar a que el cambio ocurra sin nuestra intervención.
Fuimos creados con la capacidad de elegir y que nuestros pensamientos determinen las emociones y acciones, por lo tanto, podemos elegir pensar diferente, reconocer nuestras emociones y así controlar las reacciones.
2. Fuimos creados para asumir responsabilidad por nosotros mismos:
¿Recuerdas la reacción de Adán y Eva? Cada uno señaló como culpable a otro, ninguno asumió la responsabilidad que le correspondía, nosotros hacemos lo mismo, cuando tenemos dificultades en nuestras relaciones solemos señalar al otro culpable.
Reflexiona en esto y tomate el tiempo para darle lugar a la pregunta ¿Será que tengo algo que ver en los conflictos con mis relaciones?
Recuerda esto: Dios nos creó para mantener vínculos y podemos elegir cómo llevar esos vínculos y si asumimos o no la responsabilidad que nos corresponde.
Yackeline Muñoz L.
Psicóloga VivirsanaMente
Ref. El ADN de las relaciones. Dr. Gary Smalley.