Continuando el ciclo de gestión de las relaciones. Abordaremos la que consideramos más importante a nivel psicológico, la relación conmigo mismo. Los humanos somos sociales por naturaleza, en mayor o menor grado cada individuo, prestamos atención a la forma en como nos relacionamos con los demás y podemos dejar de lado el cuidar de nosotros mismos.
El ocuparnos de la relación más importante de nuestra vida, va más allá de frases, estados o declaraciones positivas. Ocuparse de la relación con uno mismo requiere responsabilidad y consciencia.
Responsabilidad para hacer aquello que podemos hacer por cuidar nuestras emociones y consciencia para identificar que existe una relación conmigo mismo. Hablamos con nosotros mismos en silencio, pensamos, nos hacemos preguntas, nos planteamos problemas, experimentamos emociones, discutimos, nos reclamamos y felicitamos. Mantenemos una relación fluida con nosotros mismos que debe ser cuidada y atendida en forma saludable.
Podemos cultivar esa relación y sacar el máximo provecho de ella, valorarla y generar los espacios y dinámicas necesarias para VivirSanaMente contigo mismo y que esa sea la base para establecer relaciones saludables con los demás. En el próximo articulo hablaremos sobre herramientas prácticas que pueden ayudar a cuidar de esta relación o consolidarla si es que ya estas ocupándote de ella.