El cuidado psicoespiritual presupone ver al hombre como un ser racional y espiritual, con el poder y deber de cuidar estas dimensiones del ser. Entendemos y creemos que la psicología es de vital ayuda en procesos de gestión de emociones, pero también creemos en el poder del cuidado espiritual.
Vivimos en un mundo asfixiado por el estrés, el generado por las relaciones, el trabajo, las noticias, las finanzas y múltiples fuentes que llegan a nuestros sentidos generando estados de preocupación, tan corrientes hoy en día que muchos moldearon su existir y aceptaron que este tipo de estrés es parte de su cotidianidad.
Pero podemos VivirSanaMente, sin estrés y sus consecuencias para la salud mental, espiritual y física. Una de las formas más poderosas de luchar contra el estrés es el servicio, no entendido como el servicio dentro de una liturgia en las paredes de un templo, ni el servicio social realizado a fin de año como parte de un programa especial. El servicio que se lleva el estrés es aquel que identifica a los más vulnerables, y permite llegar hasta su entorno, conociendo así sus limitantes, faltantes y también potencialidades. Este servicio nos ayuda a reenfocar nuestra mirada, al pensar en soluciones para otros, nuestra mente desarrolla la capacidad de ver que existen realidades diferentes a la nuestra y nos da una perspectiva positiva de las situaciones que vivimos.
Si es posible, busca dónde y a quienes servir, no desde el asistencialismo, sino desde la idea de brindar opciones para que los demás surjan, o desde el acompañamiento para el que vive en soledad o abandono. Existen múltiples opciones para ejercer el servicio y una de esas se ajusta a tus preferencias. Puedes empezar por algo simple, el abrazo sincero a aquel que lo necesita y que no tiene de quien recibirlo. Por supuesto, es muy fácil mostrar que somos personas de servicio al publicar frases que hablen del tema, y dar la impresión de interés en la vulnerabilidad humana, pero podemos ir más allá de la publicación mediática, salgamos de las paredes cualesquiera que sean y vamos a servir sin hacer tanto ruido, ya veras que maravillosa terapia para vencer el estrés resulta serlo. Podemos vivir sin estrés, podemos VivirSanaMente.