Es una forma destructiva de enfrentar los desacuerdos en una relación, que consiste en dejar de hablarle a una persona o evitarla a toda costa.
La revista Communication Monographs publicó un análisis de 74 estudios, donde se abordó los efectos de un comportamiento denominado patrón de demanda-retirada.
En este sentido, la famosa “ley del hielo” es una forma de “retirada” en un patrón de demanda-retirada, que ocurre cuando una persona pregunta o exige algo, por ejemplo, atención o afecto, y su pareja rechaza estas solicitudes al negarse a entablar comunicación o simplemente la corta de raíz.
El estudio de Schrodt mostró que el patrón demanda-retirada, que incluye la ley del hielo, puede conducir a la insatisfacción de la relación e incluso ser un factor de divorcio. “Cuanto más polarizados se vuelven los miembros de la pareja, más difícil es para ellos dejar de involucrarse en esos comportamientos”, dijo Schrodt a The Wall Street Journal.
En comparación con otras parejas, quienes padecen la práctica de la ley del hielo se muestran menos satisfechas con su relación, menos cercanía el uno con el otro y tienen una comunicación pobre.
¿Por qué el silencio y la indiferencia?
Tina Gilbertson especialista y consejera de pareja mencionó: “La ley del hielo es causada por una combinación de sentimientos heridos y una incapacidad o falta de voluntad para hablar de ellos”.
Es de suma importancia que en la relación cada uno asuma su responsabilidad, ya que la tendencia que tenemos es culpar a la otra persona por la situación y esto no ayudará a resolver el conflicto.
De la misma forma, la persona que es “castigada” por la otra con la ley del hielo se sentirá cada vez más frustrada por la falta de respuesta, lo que generará aún más demandas que a su vez frustrarán a su pareja que se alejará aún más.
La pareja entra en un circulo vicioso donde ya no estarán tratando de resolver el conflicto inicial si no discutir sobre discutir.
Una de las consecuencias de La ley del hielo es que puede producir estrés emocional y físico en las personas.
Señal de mal manejo de conflictos
Elisabeth Shaw, CEO del centro de terapia de parejas Relationships Australia NSW, coincide en que este comportamiento puede calificarse como abuso emocional, pues incluso si no hay intención de lastimar, la ley del hielo puede tener consecuencias “tortuosas y molestas” para el receptor, y se convierte en una verdadera preocupación cuando se trata de un comportamiento repetitivo.
“En las relaciones que generalmente parecen ser seguras, la ley del hielo es un ejemplo de una regulación emocional muy pobre y un manejo deficiente de los conflictos”, dice Shaw. “Cuando ocurre en situaciones de violencia doméstica, generalmente es parte de una estrategia de control y con frecuencia ocurrirá junto con otros comportamientos psicológicos y físicamente dañinos, y se necesita intervención profesional para que esto cambie”, comenta.
Por lo mismo, propone que, en vez de quitar la palabra, puedes decirle a tu pareja que te dé tiempo para calmarte o pensar más tranquilamente, pues así le das al “silencio” una explicación y un marco de tiempo.
Algunos argumentos del que aplica la “LEY DEL HIELO” a su pareja
· “Quería castigarla”
· “Quería evitar que se intensificara, había un conflicto, se estaba yendo de las manos, necesitaba retirarme”.
· “No voy a permitir que se salga con la suya”
· “Tiene que aprender a respetarme”
Dice Shaw, Otras personas simplemente se “congelan en silencio” añade que ha “trabajado con personas que se sienten tan encerradas en su propia molestia o reactividad en general que en realidad les resulta difícil hablar. Incluso si saben que su pareja está sufriendo, no pueden superarlo”.
Según la experta, quienes son víctimas de la ley del hielo pueden experimentar dolor emocional, autoestima reducida, sensación de pérdida de control y sensación de rechazo, entre otras cosas.
“La gente que hace frente a la ley del hielo a menudo trata de ganarse a la persona y se siente más herida cuando no tiene éxito”.
Como señala Shaw, al reprimir la ira, se puede dañar una relación de manera irreparable, pero tampoco se trata de estallar. Ella sugiere demostrar que estás abierto a resolver las cosas diciendo algo como: “Estoy afectado por cómo manejas lo que sucedió, y me gustaría que te detengas y que vuelvas a hablar conmigo sobre esto”. Si la persona continúa en la misma actitud, se recomienda dar un paso al costado.
“Puede ser mejor que te digas a ti mismo: ‘He hecho lo que puedo y ahora necesito volver mi atención para no ser torturado por esto».
Si crees que es tu caso recomiendo buscar ayuda profesional, el vivir en pareja no tiene que ser una vida de aguante y sacrificio sin resultados, pueden juntos resolver y ayudarse mutuamente a cambiar la situación, de lo contrario, tienes la opción de protegerte y no permitir que seas afectado de ninguna manera en tu valía y bienestar. Piénsalo.
Yackeline Muñoz L.
Psicóloga VivirSanaMente
Ref. biobiochile.cl -Denisse charpentier