Cuidar de la relación contigo mismo es una responsabilidad que podemos asumir en cualquier momento de nuestra vida, aunque lo ideal es que sea más temprano que tarde, ser conscientes de esta relación es importante en cualquier etapa de nuestra vida pues determinará un mejor vivir.
Parte esencial de esta relación es prestar atención a tus emociones, no ignorarlas, sino cultivar una disciplina diaria que permita identificarlas. Existen momentos en que no sabemos qué hacer con nuestras emociones y un buen punto de partida cuanto esto sucede es preguntarte: ¿Qué estoy sintiendo?
Una buena ruta es la planteada por Gary Smalley, al reconocer que las emociones se expresan de manera fisiológica, puedes intentar ponerles nombre a las sensaciones corporales. Revisa todo tu cuerpo y piensa con detenimiento lo que sientes en algunos momentos.
En este proceso ten presente que estás buscando información sobre tus emociones, lo cual no significa juzgarlas, solo considera la información. Hazte las siguientes preguntas:
¿Qué está tratando de expresar mi cuerpo?
¿Qué puede significar esta sensación?
¿Experimentas algún temor, dolor, tensión, cosquilleo u opresión?
¿En qué lugar específico de tu cuerpo esta esa sensación?Observa y escucha sin reprocharte y decirte que no deberías estar sintiéndote de esa manera. Dedícale un momento diario a esta autoevaluación, escribe las respuestas, esta es una buena forma de conocerte y así saber que situaciones te mueven y hacen reaccionar para trabajar sobre ello y fortalecer la relación contigo mismo. Y recuerda que estamos para ayudarte. Siempre es posible VivirSanaMente.